En esta nueva jornada, la asociación ha podido probar un nuevo sitio, la Taberna Eneri.
Aunque está abierta desde 2014, nosotros la hemos descubierto desde hace relativamente poco tiempo.
Nos habló de ella la pareja de uno de los integrantes de la asociación y no tardamos en crearnos expectativas, sobre todo por su intención de especializarse en todo lo que sea Madrid. Y con ese afán pudimos comprobar que en esta taberna es casi todo de Madrid, desde el producto hasta la carta. No así la decoración, que está más adaptada a los tiempos y es por ello algo más impersonal.
El cocido lo tienen en carta todos los días por lo que lo podemos considerar como un “especialista”.
Creánme que es una ilusión enorme poder seguir descubriendo nuevos locales que estén especializados en el cocido.
Veamos cómo trataron el cocido en cuestión.
Siendo especialista era de esperar una presentación en tres vuelcos.
La entrada típica no se hizo esperar, en esta ocasión con unos kimbos o aceitunas con pepinillos.
El primer vuelco con la sopa se sirve en la típica olla de metal esmaltado en rojo.
Los platos se los puede servir el comensal, cosa de agradecer para adaptar cada ración a los gustos particulares.
El caldo tenía buen gusto aunque con un color sospechoso de haber tenido ayuda. Los fideos eran finos y pequeños. En general la sopa era aceptable y no hacía presagiar una debacle.
Para acompañar la sopa tampoco faltó el detalle de unas piparras bastante picantes.
El segundo vuelco, también servido en bandeja de metal esmaltado, incluye la zanahoria, el repollo, las patatas, los garbanzos y la morcilla.
En conjunto este segundo vuelco no tenía el nivel que esperábamos. Todo el conjunto tenía pimenton espolvoreado por encima, detalle que creemos desprecia el valor de este segundo vuelco.
El repollo estaba bastante flojo de sabor ya que no había sido rehogado ni con ajo ni con pimentón. Nos comentaron que no lo hacían para que el ajo no repitiera pero tiendo a pensar que es más bien una cuestión de falta de ganas.
No entendemos el hecho de que las morcillas acompañen a las verduras en este vuelco. Supongo que es una cuestión de ortodoxia pero siempre la hemos considerado una vianda. Comentar que, al menos, las morcillas habían sido cocidas aparte y es de agradecer.
El garbanzo era pedrosillano, bien cocido y de sabor aceptable. Lo mejor de este segundo conjunto.
Por lo visto se presentan dos tipos de garbanzos, los pedrosillanos y los castellanos. En el momento de nuestra visita no había de los segundos pero nos aseguraron que eran habituales también.
Para el tercer vuelco seguimos con el mismo tipo de bandeja. Los ingredientes, esta vez sí, eran los habituales: Morcillo, Pollo, tocino, chorizo y jamón.
De todo ello lo mejor sin duda, el tocino, que estaba bien cocido y tenía buen sabor. Lo raro es que no viéramos los trazos en el resto vuelcos. Tiendo a pensar que por la cantidad, algo escasa.
El jamón y el morcillo también eran de mención por el nivel de cocción.
El vino que se tomó fué, por acertada recomendación del encargado, un Cepas Viejas de Félix Martínez. También madrileño y de precio acotado.
El precio por cocido no llegaba a 20€, quizás algo más de lo que se podía esperar del cocido que se degustó.
Como resumen podemos comentar que, aunque el cocido todavía no tiene la entidad para ser considerado de los de referencia, es de agradecer la iniciativa y suponemos que el rodaje hará mejorar los aspectos más flojos. Si ya están aburridos de repetir los mismos sitios siempre pueden pasar por Taberna Eneri para probar.
Nota Final: 5,15
En septiembre volveremos de nuevo con una nueva crónica.
Hasta pronto.