4ª visita

Nueva visita de cocido madrid para probar el cocido madrileño de Nuevo Horno de Santa Teresa.

Mucho ha llovido desde nuestra última visita en 2018, pero va escampando.

Desde entonces, muchas dificultades han tenido que sortear en el Nuevo Horno de Santa Teresa. La pandemia ha sido una prueba de fuego para la dueña del local, Lola, que se vio obligada a cerrar durante bastante tiempo por las restricciones que les impusieron a los hosteleros. Pero, al final, con ganas y tesón, de todo se sale. Sabemos que no ha sido fácil y, por ello, nos alegramos mucho de ver que siguen abiertos y al pie del cañón.

Como ya dijimos en su momento, desde hace tiempo el único plato que se puede encontrar en la carta es el cocido madrileño, al menos en temporada invernal. Y además, nos alegra saber que los fines de semana la demanda es tal que han tenido que poner dos turnos para poder atender a todas las demandas.

Vamos con la crónica del cocido madrileño

Este cocido es lo que se llama un señor cocido, con tres vuelcos bien diferenciados.

El primer vuelco como siempre es para la sopa, que se presenta en sopera y de la que uno mismo se puede servir.  Si uno quiere jugar con la cantidad de fideos en relación con la de caldo, es importante el hecho de poder servirte tú mismo.

La sopa está muy sabrosa y con el justo equilibrio de grasa. Tiene un sabor profundo y demuestra que la cocción ha sido correcta y con materia prima de calidad. Si la prueban seguramente repetirán, pero no se pasen porque todavía queda camino.

Como acompañamiento no pueden faltar las cebolletas, grandes, y las piparras, picantes.

Para el segundo vuelco se sirven dos recipientes, uno con los garbanzos, y otro con el resto de las verduras (patata, zanahoria y repollo).

Los garbanzos son castellanos, grandes, mantecosos, y muy enteros, sin hollejos sueltos. Los garbanzos tienen la cocción perfecta y son muy sabrosos, de lo mejor del cocido. Invitan de nuevo a repetir.

Las verduras están muy bien cocidas, e invitan a probarlas. No es algo en lo que la gente se suela detener pero son de muy buena calidad y merecen el esfuerzo. Además, para el repollo te suelen preguntar si lo prefieres rehogado con pimentón o sin él.

En un vuelco intermedio se presenta el relleno o la bola. En nuestra opinión es la mejor que se puede encontrar ahí fuera. Muy jugosa y sabrosa. Excelente.

Vamos con el tercer vuelco, que se sirve de nuevo en dos recipientes. Un vuelco que brilla por la calidad de sus ingredientes, y que explican lo bien que habían salido los dos primeros vuelcos.

En el primer recipìente se presentan los tocinos, con y sin veta, el morcillo, la gallina (que no pollo) y la morcilla.  En nuestra opinión lo mejor de este conjunto es el tocino sin veta, imprescindible, pero el morcillo es tan jugoso que merece la pena también y, cómo no, la gallina.

En el segundo recipiente se presenta el chorizo, la punta de jamón y el hueso de caña. Todo ello de gran calidad.

Como resumen final podemos decir que este es uno de los mejores cocidos que se pueden encontrar y que por un precio de 23 € es una de las mejores propuestas en la actualidad.

No es secreto que nosotros somos declarados fans del cocido del Nuevo Horno de Santa Teresa, pero es que lo merece. Y no nos creen, vayan a probarlo.

Mantenemos la nota que le dimos en su momento y su posición en nuestro ranking.

Nota final: 8.7


3ª visita

Tras un tiempo sin visitar el Nuevo Horno de Santa Teresa, sentíamos la necesidad de volver a probar su magnífico cocido madrileño. De comprobar que seguían haciendo las cosas igual de bien que antes.

Lola, la gerente, nos comentó que ya sólo tiene el cocido madrileño en su carta. Que no tenía demanda de nada más y que ha decidido hacerse una auténtica especialista. No sé si existe un restaurante donde se oferte este plato en exclusividad pero, desde aquí, estamos encantados.

No nos vamos a detener en la crítica de esta visita al Nuevo Horno de Santa Teresa.
Pueden revisar las críticas detalladas en las crónicas de años anteriores. Abajo en esta misma página.

El cocido sigue siendo de tres vuelcos.

Con una tremenda sopa que augura nuevas sensaciones.

No faltan ni las muy picantes piparras

Ni las cebolletas…

Para el segundo vuelco se presentan dos bandejas.

La de los garbanzos castellanos. Mantecosos, sabrosos.

Las verduras correctamente presentadas.

El tercer vuelco comienza con el ya famoso relleno.

De los mejores del mercado, si no el mejor. Su jugosidad no tiene parangón.

Le acompañan el pollo, morcillo y un soberbio tocino. Vital para un éxito tan rotundo.

Y para ir terminando, el jamón, el hueso de caña y el chorizo. Hay que probarlo todo.

Y terminan con la morcilla. De la que no somos tan fans pero que también está disponible para el que guste.

El resumen es rápido.

El cocido madrileño del nuevo horno de santa teresa sigue siendo sublime.

Uno de los mejores. Y merece la pena la visita.

Mantenemos la calificación inicial.

Nota final: 8,7


2ª visita

Volvemos al Nuevo Horno de Santa Teresa.

Por petición de Lola y para evitar más errores, en la crítica de nuestra primera visita pusimos que estaba en un número erróneo de la calle Santa Teresa, realmente les pueden encontrar en la calle Santa Teresa, 8 , de Madrid. Muy cerca de la plaza de Santa Bárbara en Alonso Martínez.

Durante esta segunda visita Lola nos estuvo contando cómo habían cambiado las cosas en su casa desde hacía un año.

Nos contó cómo, tras la publicación de nuestra primera crítica, se puso en contacto con ella el organizador de la ruta del cocido madrileño ofreciéndoles entrar en la lista.

Nos contó también que, tras alguna duda, decidieron entrar en la ruta y cómo el acceso a los medios que ésto les dio ha atraído a los amantes del cocido a su casa.

Ahora parece ser que llena los fines de semana vendiendo su cocido, y que la gente lo ha alabado como lo hicimos nosotros en su momento. No en vano le han dado el premio al mejor vuelco de carne en la ruta 2014. Enhorabuena por ello Lola y equipo. Sentimos orgullo por haber ayudado a catalizar este merecido éxito.

Dicho esto, vamos con la crítica de esta nuestra segunda visita.
Hemos comprobado con agrado que siguen tratando el cocido como se merece, incluyendo algunas agradables novedades.

Siguen con los tres vuelcos, y como aperitivo, la primera novedad.
Un puré de berenjenas realmente rico que acompañaban a las ya típicas olivas de campo real.

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El primer vuelco presenta, por una parte la sopa en su sopera para que los comensales se sirvan a gusto, con posibilidad de repetir. Con fideos que siguen siendo de grosor medio se trata de sopa contundente en sabor, sin exceso de grasa y realmente sabrosa que invita a repetir porque no llega a cansar. Lo malo es que uno debe contenerse porque sabe lo que viene después.

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No pueden faltar las cebolletas

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ni las guindillas, de dos tamaños (segunda novedad) y niveles de picor. Parece ser que le demandan que piquen más. Nosotros preferimos las más suaves.

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El segundo vuelco viene con los garbanzos, bastante grandes, sabrosos y algo faltos de cocción en esta ocasión.

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Además se presenta una fuente con las zanahorias, repollo, patata y el afamado relleno del local, el mejor hasta la fecha y notable por sí solo.

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El tercer vuelco, el de las carnes, que le ha servido para ganar el premio al mejor vuelco de carne, lo componen tres bandejas:

1) Primera bandeja con un morcillo muy tierno y jugoso, un pollo generoso y un tocino con y sin veta. El tocino sin veta es mi debilidad y estaba justamente cocido y para mi algo escaso. Como digo es mi debilidad.

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2) Segunda bandeja con el jamón, el hueso de caña y el chorizo. Éste último más generoso que el año pasado y muy aceptable también. El lujo de tener un hueso de caña por comensal no se encuentra a menudo.

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3) Tercera bandeja con la morcilla cocida como intuimos, y nos confirmaron después, en el caldo del cocido pero aparte del resto para no comerse el sabor, como debe ser. Muy jugosa y alabada también por los comensales.

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Como siempre regamos el cocido con vino, Muriel reserva de la casa, y a los cafés y chupitos nos invitó Lola en agradecimiento por la colaboración en la difusión.

La cuenta salió sobre unos 20€ por cocido sin incluir pan, bebida y postres. En global se puede salir por 30€ por persona. Un buen precio para lo que dan a cambio.

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Nota final: 8,7


1ª visita

Para ser sinceros no sé cómo comenzar esta crónica que nos llevó al Nuevo Horno de Santa Teresa, calle Santa Teresa, 8 Madrid.

No puedo explicar concretamente qué nos ha llevado a este restaurante. Sí puedo decir que, durante mis investigaciones para encontrar nuevos sitios que merezcan la pena, me encontré, probablemente, con una opinión donde ponía que esta casa daba comida preparada con cariño y siempre con la norma de ser casera. Además comentaba que no tenía cocido en su carta habitual, ni siquiera de menú, pero que en alguna ocasión a alguien se le había hecho por encargo.

Con esas referencias nos atrevimos a llamar y a reservar un cocido para siete, con la confianza de que el trato al producto fuera lo primero.

Al llegar al restaurante nos recibió Lola, la gerente del mismo, que nos preguntó precisamente cómo habíamos llegado a asociar el Nuevo Horno de Santa Teresa con el cocido. Tras las explicaciones pertinentes pasamos a degustar  lo que nos esperaba.

Y lo que nos esperaba no era ni más ni menos que un cocido con todas las letras y que no tiene nada que envidiar a los demás cocidos institucionalizados de la capital, a los profesionales.

Por supuesto, como han podido intuir por mis palabras, el cocido se sirve en tres vuelcos.

Para el primer vuelco se presenta la sopa, si quieres en sopera o servida directamente en el plato, que tenía una textura muy correcta y un sabor que no desmerecía.

Con fideos de grosor medio y bien cocidos, se podía repetir y para ellos nos trajeron otra sopera una vez se hubo acabado la primera.

El acompañamiento completo tampoco faltó. Por una parte unas guindillas no demasiado picantes.

Además de las cebolletas.

El segundo vuelco se presentó en dos bandejas para cada cuatro. Por una parte, dos bandejas de unos enormes garbanzos castellanos que estaban “intactos”, y con ello no me refiero a poco cocidos ni a insípidos, sino a que estaban en su punto exacto de cocción y con un sabor más que conseguido. Reflejaban con fruición las materias primas que habían formado parte de esta orquesta bien afinada.

En otras dos bandejas se trajeron las verduras. Zanahorias, patatas y repollo. Algo más flojo este último. Puede que sea por gusto personal pero nos suele gustar bien rehogado con buen aceite, ajo y pimenton.

Tampoco faltó el detalle de la salsa de tomate con comino y el aceite para aliñar.

Es siempre en el tercer vuelco donde se aprecian las bondades y las miserias de un cocido. Y donde se explican los detalles apreciados en los vuelcos anteriores. Es la materia prima lo que manda siempre y cualquier subterfugio es vacuo en esta fase.

Y más concretamente es el tocino el director de la orquesta, si no tiene la calidad suficiente es imposible hacer un buen cocido. Esto no le pasó a Lola en esta jornada. Eligió un tocino de calidad que los comenesales apreciaron especialmente. Gran tocino!!. Puso tocino sin veta y con algo de “añadido”. El tocino se presentó en platos acompañado del chorizo, también de buena calidad pero no de tanta como el anterior.

La bandeja de las carnes estaba compuesta por un morcillo bastante jugoso, un jamón algo escaso pero que cumplía con su función y una morcilla “infiltrada”. Ya  hemos comentado en otras ocasiones que la morcilla tiene demasiado peligro dentro de un plato como este por el poder de su sabor que tiende a eclipsar el resto. No fué este el caso pero aún así, el aunténtico cocido madrileño no lo suele llevar. De cualquier forma, cada maestro tiene su libro y Lola se puede considerar como tal.

Como uno de los grandes, no podía falta su hueso de caña, algo muy apreciado y poco potenciado últimante. Únicamente los verdaderos profesionales lo trabajan y más en abundancia como era el caso.

El pollo también se presentó aparte, y en abundancia, para culminar la obra.

Pero aún faltaba lo mejor. Sí, después de lo que hemos comentado, había una sorpresa final que hacía elevar este cocido al olimpo que únicamente habitan unos cuantos privilegiados. Nadie lo podía esperar pero el relleno que nos presentó Lola lo podemos considerar como el mejor que nos hemos echado a la cara. Así de simple. Exquisito de sabor y sobre todo más jugoso de lo que se puede esperar de este pedazo de masa. Lola, ahí tiene usted un diez. Por lo visto lo hacen con la receta que les transmitieron sus ancestros, siempre sabios.

El vino de la casa era correcto, un Muriel Rioja Reserva que acompañaba perfectamente con el resto.

El precio total por cabeza, de alrededor de 30€ por cabeza, no nos pareció excesivo para el despliegue del que habíamos disfrutado.

A modo de resumen podemos decir que tenemos que seguir con fé. Con fé para seguir buscando nuevos sitios, como el Nuevo Horno de Santa Teresa de Lola, para que nos sigan alimentando la ilusión por seguir sondeando esos cocidos que están escondidos y que son necesarios. Las paradas ya conocidas están bien, y son necesarias también para no perder la esencia de este plato, pero las nuevas caras hacen más ilusión.

El cocido que disfrutamos nos hizo salir del restaurante con una sonrisa y con ánimos de seguir.  Gracias a Lola, y a su equipo también, por el trato que nos dieron que nos hizo sentir en casa. Sin duda volveremos, y lo recomendaremos también.

Nota final: 8,7

Nuevo Horno de Santa Teresa
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11 pensamientos en “Nuevo Horno de Santa Teresa

  • 30 enero, 2019 a las 4:20 pm
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    El cocido de 10 y la atención de 11 (Irene es superior y Lola, la propietaria, supera la matricula de honor en amabilidad y simpatía.
    Nos sorprendió todo gratamente (el primer vuelco, el segundo y el tercero) y, por supuesto, que volveremos más veces a disfrutar ese cocido. Está todo tan bien y equilibrado, que no se puede destacar ninguno de los vuelcos.

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  • 20 marzo, 2018 a las 1:02 pm
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    Ha fallecido el dueño del horno de Teresa hoy.

    Estará cerrado hasta después de Semana Santa. Mi más sincero pésame para toda la familia.

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    • 18 mayo, 2018 a las 9:33 am
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      Sentimos mucho la pérdida. Sabemos de buena tinta que este hombre tenía buena mano en esto del cocido.
      Nos unimos al pésame a la familia. Descanse en paz.

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  • Pingback: Los mejores sitios en los que puedes comer cocido en Madrid

    • 18 agosto, 2016 a las 2:36 pm
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      Hola Flor,

      Si, es necesario reservar, ya que el cocido lo hacen por encargo. Además, suelen estar al completo, sobre todo los fines de semana

      Un saludo

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    • 3 noviembre, 2016 a las 6:09 am
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      Hola Flor. Sí, es recomendable. Suele tener bastante demanda.

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    • 15 julio, 2016 a las 5:30 pm
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      Nosotros también lo pensamos María. Me alegro que lo hayáis disfrutado. Un abrazo.

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  • 18 noviembre, 2015 a las 2:24 pm
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    Magistral cocido ¡¡¡ me comi ayer en este establecimiento, tal como el descrito mas arriba. Lola muy agradable, asi como su esposo. Y de postre una torrija que quita el sentido. Mi mujer comio pisto tambien buenisimo y una tarta de queso superior….corred insensatos¡¡¡ .

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