4ª visita
Como cada año, al inicio del curso escolar, Cocido Madrid ha hecho la ya tradicional visita anual a Ribera Navarra.
Su cocido madrileño nos cautivó en su momento y lo echamos de menos.
Poco a poco se está convirtiendo en un clásico del circuito del cocido de la capital.
Por ello también, año tras año, sigue formando parte de la Ruta del Cocido Madrileño.
Vamos pues con al crónica de este último cocido de Ribera Navarra.
El cocido lo siguen tratando como se merece, en tres vuelcos.
En el primer vuelco, uno de sus fuertes, la sopa.
Consistente, sabrosa, auténtica. No da lugar a dudas.
Una sopa fruto del producto y del trabajo que uno no puede dejar de repetir. Tremenda.
Las guindillas, picantes, también son de calidad. Son guindillas baby.
Segundo vuelco, los garbanzos y la verdura.
Los garbanzos también de nivel, si bien no tan sublimes como una de las veces que los probé en esta casa.
Créanme si les digo que todavía recuerdo aquel día.
Fueron simplemente los mejores que he probado en mi vida, y ya llevo unos cuantos a la espalda.
Pero como no sólo de recuerdos se puede vivir, tengo que decir que estos garbanzos eran muy buenos. Bien cocidos, armónicos.
No podía faltar la salsa de tomate natural tampoco.
Las verduras se sirven también en bandeja aparte.
Buenas patatas, repollo rehogado, zanahorias, nabo y un jugoso relleno.
Todo ello producto de calidad y a la altura del conjunto.
Y llegamos al tercer vuelco, el de las carnes.
Servidas en dos bandejas, con una nueva y cuidada presentación.
Con raciones individuales para evitar despistes.
En una bandeja, los tocinos de dos tipos, el morcillo, el pollo y el espinazo.
En otra bandeja, jamón, chorizo, morcilla y hueso de caña.
Mantiene la calidad de los ingredientes y por tanto no defrauda tampoco este tercer vuelco.
Destacables fueron el chorizo, el jamón y el tocino.
Con estos mimbres no puede haber fallo.
El cocido madrileño de Ribera Navarra sigue a la altura de temporadas anteriores y por tanto le mantenemos la nota.
El precio se mantiene como en años anteriores, a 23€, una relación calidad-precio ciertamente destacable.
3ª visita
Una vez más volvemos a Ribera Navarra y volvemos porque su cocido madrileño nos cautivó hace dos años y debemos comprobar si sigue siendo así.
Se trata ya de un cocido consolidado que han valorado y por el que han pasado muchos aficionados.
Se trata también de un cocido madrileño consolidado en la Ruta del Cocido Madrileño.
Taberna Urbana Ribera Navarra se encuentra ubicado en la calle Málaga nº 3, 28003 Madrid.
El cocido se realiza por encargo previa reserva al teléfono del local 91-5996135 ó al móvil 699 204 662 (Luis).
No hay mucho cambio con respecto al año pasado, y tratándose de cocido madrileño, eso es esencialmente bueno si el producto final también lo es.
Mismo equipo y mismo cocido por tanto.
Se siguen manteniendo los tres vuelcos.
Primer vuelco con una sopa contundente, que podría serlo más si no desgrasaran, pero nos dicen que es lo que mandan los públicos y nosotros acatamos.
De cualquier forma estaba muy conseguido el sabor y la textura, y se dió buena cuenta de ella. Con repeticiones incluidas.
Para acompañar a la misma, unas suaves piparras
la cebolleta
y la salsa de tomate que no era frito, sino natural, y con orégano en vez de comino. Creemos que le va mejor este último.
El segundo vuelco se presenta en dos bandejas, por una parte los garbanzos pedrosillanos.
Con un excelente punto de cocción e intenso sabor, junto con la sopa, pensamos que es lo mejor del conjunto.
El segundo vuelco se completa con el conjunto de las verduras que vienen en otra bandeja.
Lo mejor sin duda de esta parte es el repollo que estaba, a nuestro gusto, muy bien rehogado.
Buen acompañamiento también de una zanahoria bien cocida, con la bola y el nabo, el toque original de la casa, para completar.
El tercer vuelco se presenta de nuevo en bandeja aparte con las viandas.
De ellas, sin duda, es el chorizo el que resalta. Por sabor y sobre todo por calidad.
De los mejores que hay en el circuito del cocido.
El resto no son tan divinos, podemos decir que son más mortales.
Un buen tocino sin veta siempre tiene que ayudar.
Espinazo, tocino con veta, jamón, morcillo y pollo completan una buena la alineación.
Regamos el conjunto con el familiar Príncipe de Viana.
El cocido sigue manteniendo el precio de años anteriores y mantiene también el nivel de otros años por lo que mantenemos la nota final en un 8,6.
Un top 5.
2ª visita
Volvemos al restaurante que ha sido la gran sensación de la temporada pasada.
Ribera Navarra sigue apostando este año por el cocido madrileño e inicia la temporada ofreciendo sus ya famosas jornadas de cocido madrileño.
Taberna Urbana Ribera Navarra se encuentra ubicado en la calle Málaga nº 3, 28003 Madrid.
Normalmente el cocido se realiza por encargo previa reserva al teléfono del local 91-5996135 ó al móvil 699 204 662 (Luis).
Tras la buena experiencia del año pasado, y la repercusión que tuvo en la Ruta del Cocido Madrileño, no podíamos por menos que volver a visitar este restaurante que tan buen cocido nos profesó.
En la visita nos hemos enterado de han cambiado de cocinero jefe. Una mujer, de dilatada experiencia en los fogones y sobre todo en los pucheros, que es lo que nos interesa a nosotros, se encarga de dar vida al cocido cada día. Veremos si mantiene el nivel.
Los ingredientes siguen, eso sí, siendo de máxima calidad.
Vamos con el cocido. Tres vuelcos como mandan los cánones.
Para el primer vuelco tenemos la sopa, presentada en sopera para servir al gusto.
Con un tono esperanzador y una densidad palpable, el sabor no desmerecía en absoluto.
Unas piparras pequeñas, suaves y de indudable calidad se sirven de acompañamiento para la sopa.
El segundo vuelco consiste en los garbanzos y las verduras.
Unos pedrosillanos bien cocidos, que no perdieron el hollejo, y que demostraron un sabor realmente notable, amalgamando las sustancias de las viandas que llegarian después.
Para acompañar los garbanzos no faltó tampoco la salsa de tomate, indudablemente natural, aunque con un ligero defecto de comino.
Las verduras venían presentadas en bandeja propia. Patata, zanahoria, repollo y bola o relleno. Todos los ingredientes de gran calidad.
Especial mención a la bola que estaba realmente rica, jugosa y con una masa muy ligera. Muy bien rehogado también del repollo.
Para el tercer y último vuelco se presentan las badejas con las viandas.
Morcillo, jamón, chorizo, morcilla, espinazo, panceta, tocino sin veta, pollo y hueso de caña.
Hay un denominador común en todo el conjunto y es la calidad de los productos. Se nota nada más comenzar el asalto, y ya se notó también en la sopa y en los garbanzos.
Mención especial al tocino sin veta, mi debilidad, al chorizo y a un morcillo muy jugoso. Como en todo gran cocido tampoco podía faltar el, tan apreciado, hueso de caña
Lo regamos todo con un buen vino de rioja, 200 Monges.
Podemos concluir que el cocido Ribera Navarra, a pesar de haber cambiado de cocinero, sigue siendo tan bueno como el año anterior. Mantiene el elevado nivel que le llevó a entrar en los círculos especialistas.
Por un precio más que justo por lo que ofrecen, 22 euros el cocido, sin bebida, auguramos que este año seguirán dando de qué hablar.
Mejoramos ligeramente la calificación del año pasado a 8,6
Tras el descanso estival, y coincidiendo con la vuelta al cole, el siguiente objetivo de la asociación ha sido un restaurante de nueva creación Taberna Urbana Ribera Navarra.
Ribera Navarra se encuentra ubicado en la calle Málaga nº 3, 28003 Madrid. Es una perpendicular a las calles Zurbano y Fernández de la Hoz y paralela a José Abascal.
Normalmente el cocido se realiza por encargo previa reserva al teléfono del local 91-5996135 ó al móvil 699 204 662 (Luis).
Nuestra visita la hemos hecho coincidir con un fin de semana de jornadas sobre cocido madrileño que han organizado, y creo que ya han montado alguno más.
Vayamos ya con la crónica en cuestión.
Para hacer tiempo mientras se servía el cocido nos presentaron como entrante un plato de chistorra.
El cocido se sirve en tres vuelcos.
El primer vuelco se presenta en sopera, con una cantidad generosa de sopa de la que cada uno se puede servir la cantidad deseada. El caldo, con un gran color y bien cohesionado, hacía presagiar buenas sensaciones como después pudimos comprobar.
La sopa, con un sabor realmente intenso y sin exceso de grasa, tenía el punto justo de fuerza, esto, junto con los fideos de grosor medio, hacía un conjunto realmente conseguido. Como además se podía repetir los comensales dieron buena cuenta.
Como acompañamiento unas guindillas no demasiado picantes
El segundo vuelco se presenta en dos bandejas, una con los garbanzos y otra con las verduras.
Los garbanzos pedrosillanos, además del buen punto de cocción, tenían un notable sabor, fruto de la cocción con el resto de ingredientes.
Como siempre suele pasar, la sopa no engaña y en este caso así era.
La bandeja con las verduras reunía las patatas, zanahorias y repollo. Todo ello con un buen grado de cocción y sabor. Resaltaba el rehogado del repollo sin pimentón. Un par de minutos más de rehogado tampoco hubieran venido mal, aunque esta es una cuestión de gusto personal.
Para redondear, el tercer vuelco que pedimos acto seguido para poder unirlo al segundo.
Una gran bandeja de viandas entre las que se podía encontrar el pollo, el jamón, la morcilla, el morcillo, el chorizo, el relleno y el tocino sin veta. Se agradece que todos los componentes vengan en raciones individuales para evitar malentendidos.
Del conjunto todo rayaba a gran nivel. Con un tocino bastante jugoso y sobresaliente como director de orquesta, el resto de ingredientes no desmerecían en absoluto. El jamón y el morcillo muy jugosos. El chorizo de buena calidad y sabor. La morcilla, presente. Se insiste en incluirla. Aparte del ya comentado tocino, mención especial merece un relleno realmente jugoso y con textura y sabor sobresalientes.
Para regar el conjunto elegimos una botella magnum de vino navarro (Príncipe de Viana) con una relación calidad-precio más que aceptable.
El precio del cocido por persona es de 22 euros. Un precio más que razonable para el conjunto que habíamos disfrutado. Sobre todo si se compara con otras opciones que hay por ahí.
Como resumen podemos decir que es un agrado seguir descubriendo lugares que merecen la pena. Su intención es seguir mimando nuestro plato con la base en un producto de calidad.
Por otra parte, la profesional labor de Lorenzo Marcos al mando de los fogones, de Germán detrás de la barra, de Fernando como director de sala y de Luis en la gerencia auguran un buen futuro a Ribera Navarra en esto del cocido madrileño. Con estas credenciales no es de extrañar hayamos decidido ponerles dentro del selecto grupo de los cocidos que hay que probar.
Si son aficionados a esto, Ribera Navarra debe ser una parada obligatoria. Les invito a que lo comprueben.
Nota final: Muy alto
Pingback: Los mejores sitios en los que puedes comer cocido en Madrid
hace tiempo que no colgais nada, sigo esta pagina con interes, gracias.
Siguiendo vuestra recomendación lo probamos y salimos plenamente satisfechos
Maria, nos alegramos que os gustara. Este año 2016 pretendemos probar varios cocidos nuevos para nosotros y de los que daremos crónica. Un saludo.