Nueva visita de CocidoMadrid en busca de un nuevo cocido madrileño.
En este caso hemos aprovechado la Ruta del Cocido Madrileño 2017 para visitar uno de los restaurantes adscritos.
Hablamos de En Barro Cocido, Calle de los Artistas, 57, 28020 Madrid, a medio camino entre Cuatro Caminos y Nuevos Ministerios.
Como no podía ser de otra forma, el cocido se hace en pucheros individuales de barro.
Imitando el formato de otra famosa casa de la capital.
De igual forma, la presentación es en dos vuelcos.
La sopa se vuelca directamente desde el puchero en un plato con los fideos previamente servidos y cocidos.
Una sopa con buen color, aunque algo menos potente que su amplitud cromática.
Se echa en falta algo de riqueza oleica que es la que al final proporciona el sabor.
Las guindillas tampoco faltaron. Normalmente sirven para que el vinagre aligere la grasa de la sopa, aunque, como decimos, en este caso no era tan necesario.
La verdura se sirve también aparte, y a la vez que el resto de viandas restantes en el puchero en el segundo y último vuelco. Una verdura correctamente rehogada con ajo y algo de pimentón.
El resto estaba compuesto por garbanzos, zanahoria, pollo, chorizo, morcillo, morcilla y tocino.
Normalmente esta forma de cocción hace que los sabores amalgamen muy bien, aunque puede que afecte a la presentación de los ingredientes particulares.
No era este el caso y no lo era porque creemos que hubiera sido necesario o darle más tiempo a la cocción o bajar la potencia de la misma.
La cuestión es que, sin llegar a estar poco hechos, porque no lo estaban, los ingredientes no habían terminado de tomar los sabores, no habían tenido tiempo. Y es una pena.
Si uno tiene la posibilidad de hacer el cocido en puchero se debe tener la paciencia suficiente para aprovechar lo que éste te da.
El resultado fue que los garbanzos, al igual que la sopa, seguían algo insípidos. Y lo mismo se puede decir del resto de componentes.
No vamos a encumbrar a ninguno de ellos por encima de los demás.
Fue un conjunto equilibrado. No en vano habían compartido una cocción, como hemos dicho ya, demasiado corta.
Por tanto, no podemos hablar bien de la experiencia. Queremos pensar que en este mismo restaurante las habrá habido mejores.
Por un precio de 18€ por persona, sin bebida, esperábamos algo más.
Sobre todo por ser una iniciativa de la Ruta del Cocido Madrileño.
Nota final: 1,2
Debéis darles una nueva oportunidad y hacerles una nueva visita, se han trasladado al municipio segoviano de Fresno de Cantespino pero se mantienen en la ruta del cocido madrileño 2018.
Seguro que los ritmos menos frenéticos que los de la ciudad han mejorado la paciencia necesaria para la cocción en puchero.
Además, los pucheros los fabrica a mano un alfarero de la propia localidad