Don Cocido (C/ Padilla, 54 Madrid).

En esta ocasión la visita era a Don Cocido, uno de los locales “especializados”, y ya nos quedan pocos.

En alguna ocasión hemos hecho incursiones en sitios “profanos” y los resultados no han sido como era de esperar, por eso hemos decidido que hay que empezar a repetir, si bien intentaremos seguir con la labor de investigación para encontrar ese cocido madrileño que merezca la pena.

Dicho esto, pasemos a detallar el cocido en cuestión.

Si algo se puede decir del mismo es que, en forma, el cocido era más que correcto, tres vuelcos, pero el fondo hace olvidar este hecho.

Para empezar con el primer vuelco, unas guindillas y unas cebolletas para acompañar a una sopa algo floja, sin personalidad. “Lavada” me gusta llamarla a mi. Servida en sopera, se podía repetir, hecho que es de agradecer.

El segundo vuelco era una gran fuente de garbanzos con patatas y un plato aparte con la verdura.

Decepcionó el sabor, aunque, después de probar la sopa, era de esperar. Es la grasa la que da el sabor y lo demás son mentiras. Una vez más, otra buena práctica, se podía repetir.

Las carnes eran abundantes en el tercer vuelco con chorizo, morcilla, pollo, jamón y pollo. Relleno tampoco faltó. Todo correcto si no fuera por el tocino. La eterna lucha.

Pudimos encontrar en el fondo de la fuente unos minúsculos trozos de tocino totalmente despedazado que no pudimos disfrutar, era de esperar. Eso no se puede perdonar.

La conclusión es que Don Cocido no va a estar en las posiciones altas de al lista, más bien al contrario.

Nota final: medio

Don Cocido
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